Tongki tenía 24 años y vivía en Everland, un parque temático en Corea del Sur que contiene un zoológico. Él era el último oso polar que sobrevivía en el país y próximamente iba a ser llevado a un santuario, pero por desgracia, fue encontrado muerto en su recinto, de acuerdo con The Dodo.
Las condiciones en que este oso polar vivía eran completamente inadecuadas, allí en los meses de verano las temperaturas superan fácilmente los 90 grados Fahrenheit, el calor tropical era tan intenso que Tongki permanecía la mayor parte del tiempo inmóvil en una piscina de poca profundidad mientras los visitantes lo miraban fijamente y le tomaban miles de fotografías, él no tenía ningún lugar para escapar.
Tongki se encontró durante pocos días antes de morir en un parque de vida salvaje británico, y aunque allí podía disfrutar de temperaturas frescas, hielo y nieve, no pudo soportar más.
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